La falta de movilidad y el teletrabajo animan a empadronarse en la provincia

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Municipios como el El Espinar han experimentado un incremento considerable en el censo durante la pandemia con más de 1.000 personas

La pandemia del coronavirus ha cambiado la forma de vida y de trabajar en los últimos meses. La falta de movilidad, debido a las restricciones para evitar contagios, que han llevado al teletrabajo en en lugar de desplazarse a la oficina, han ralentizado o paralizado el éxodo de los pueblos a las ciudades. En la provincia de Segovia también se ha notado, en unas zonas más que en otras, y algunos municipios han experimentado incluso un incremento considerable en el número de vecinos empadronados.

El suroeste de la provincia es una de las comarcas que ha registrado ese fenómeno y El Espinar es uno de esos ejemplos. El alcalde de la localidad espinariega, Javier Figueredo, confirmaba a esta Redacción que desde que empezara la pandemia, más en los últimos meses, se ha producido un aumento del censo en unos 1.100 vecinos, que han permitido que El Espinar supere los 10.000 habitantes, convirtiéndose de nuevo en el segundo municipio más grande de la provincia, por detrás de Segovia capital. “Nosotros siempre tenemos una población flotante de unas 1.500 personas, que vienen y van, con segundas residencias en El Espinar, esa población es la que ahora ha decidido empadronarse aquí”, comenta Figueredo, encantado de que se incremente el censo, lo que trae como consecuencia más ingresos del Estado.

“Mucha gente está teletrabajando, la falta de movilidad les impide desplazarse, sobre todo a Madrid, a donde como mucho van un día a la semana; viven en un entorno de calidad como es el de El Espinar, pues es normal que hayan optado por establecer su residencia en nuestro pueblo”, señala el alcalde, quien apunta que este hecho se está produciendo en casi todas las localidades de esta zona de la provincia.

El norte y nordeste, una de las zonas más despobladas de la provincia, también está notando los efectos de la pandemia, en este caso en sentido positivo, ya que han incrementado sus padrones, sobre todo en este año. Más de 100 personas se han empadronado en Riaza en los tres últimos meses, algunos nuevos, pero en su mayoría, propietarios de una vivienda en la localidad riazana, que han decidido permanecer todo el año en Riaza y empadronarse. “Tenemos jubilados, también dos o tres familias, y otros vecinos que teletrabajan desde aquí”, manifiesta el alcalde, Benjamín Cerezo, quien reconoce que “en Riaza vivimos bien con las segundas residencias”.

Con un censo de 1.003 habitantes, en la villa de Sepúlveda también se ve más movimiento de vecinos que han optado por quedarse a vivir en la localidad. 60 nuevos empadronamientos contabiliza el municipio, según explica el alcalde, Ramón López. “No ha crecido en la medida deseada, pero bienvenidos sean”, añade el regidor, apuntando que ese incremento se produjo principalmente el pasado otoño.

Ramón López subraya que “la calidad educativa que ofrece nuestro colegio nos ha beneficiado”, en el sentido de que son familias con niños en edad escolar las que han elegido fijar su residencia en Sepúlveda. “Estamos encantados de que venga la gente. Con la sangría demográfica que estamos sufriendo en toda Castilla y León, esto es bueno”.

Lo mismo opina la alcaldesa de la localidad vecina de Boceguillas, Cristina Cristóbal, que destaca que en la localidad que se sitúa junto a la carretera A-1, se ha incrementado el número de teletrabajadores, que han elegido quedarse en el Espacio Nordeste Coworking, inaugurado en diciembre de 2019, con conexión a internet de alta velocidad 5G, salas de trabajo y una para la celebración de reuniones o encuentros de diversa índole. La situación de pandemia ha contribuido a que algunas personas hayan decidido trasladar su residencia al medio rural, y han encontrado en este espacio un lugar donde poder seguir trabajando. “Tenemos a ocho personas fijas trabajando en este espacio en la actualidad, y muchos nómadas. Son empleados de empresas de Madrid y autónomos, que han decidido establecerse aquí”.

Por el contrario, otras localidades segovianas que concentran a un buen número de vecinos, como Cuéllar y Cantalejo, no han experimentado a efectos de padrón más población. “Nos mantenemos –afirma el alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile–. Sí que se ve más gente, que trabajaba fuera, de segundas residencias”. “Algo más de movimiento vemos, pero no es definitivo”, asegura el regidor de Cantalejo, Javier de Lucas.
La vivienda, palanca clave para la repoblación

La vivienda en zonas rurales, clave para la repoblación, fue el tema central de un seminario organizado hace unos días por el grupo de acción local del Nordeste de la provincia, Codinse. Las cuatro ponencias narradas por los distintos ponentes intentaron esclarecer y dar ideas sobre qué acciones se pueden llevar a cabo en materia de vivienda por parte de ayuntamientos, grupos de acción local y población en general. La creación específica de una línea de ayudas destinadas a la vivienda en el medio rural y a los jóvenes, conocer el mercado inmobiliario y la intermediación entre propietarios, compradores e inquilinos fueron las claves que destacaron a lo largo de la jornada.

El jefe de la sección de ayudas a vivienda de la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León, Pedro Gómez, expuso las diferentes líneas en esta materia, que se concentran en el pago de un porcentaje del alquiler a personas con ingresos bajos y la rehabilitación de vivienda para particulares y para entidades locales que destinen espacios a viviendas de protección oficial. La segunda intervención a cargo de José Antonio Herce, socio fundador de SIR S.L., destacó la importancia de la vivienda como uno de los ejes motores para la repoblación, que junto a la dotación de servicios, creación de empleo, conectividad, red de transportes adecuada y una discriminación positiva para los territorios rurales conforman las seis palancas clave para atraer habitantes a estas zonas.

Por su parte, Silvia Benedi, técnica del grupo de acción local Adri Jiloca Gallocanta, trasladó la experiencia que desde allí han puesto en marcha en un territorio muy castigado por la despoblación. Un plan de potenciación del mercado de vivienda en pequeños municipios, dentro del proyecto Pueblos Vivos de Aragón, y que a través de un estudio inmobiliario en localidades de menos de 1.000 habitantes ha puesto de manifiesto la escasa oferta de vivienda disponible. Con el apoyo de la SSPA Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA) han puesto en marcha un proyecto piloto para incentivar el alquiler en el medio rural a través de una campaña de sensibilización, la creación de un banco de viviendas y la dotación a las entidades locales de conocimientos urbanísticos básicos.