López-Escobar: “El proyecto, tal y como fue concebido, no es posible, pues hay dificultad para poner a disposición de la Junta el terreno”. El alcalde López: “No tiramos la toalla”
El polémico mirador proyectado en las inmediaciones del santuario de la Virgen de la Peña, presentado a bombo y platillo hace menos de tres meses, está en el alero. A fecha de hoy lo más probable es que la idea nunca se lleve a cabo. Aunque a nadie se oculta que las críticas al proyecto pueden haber influido en su freno, el motivo último es, de acuerdo a la explicación ayer ofrecida por el delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, “la dificultad para que se pongan a disposición de la Administración regional los terrenos donde debería ubicarse la infraestructura”. Este hecho era ya sobradamente conocido en Sepúlveda, pues dicha parcela es privada, habiendo mantenido la propiedad un litigio con el Ayuntamiento de la villa referente a la titularidad de la misma. Así las cosas, López-Escobar reconoció ayer que el proyecto, “tal y como fue concebido, no es posible”. En cualquier caso, el delegado territorial quiso dejar una puerta abierta al afirmar que desde la Junta “exploraremos alternativas al mirador, si las hubiere”, con la intención de no aparcar de forma definitiva la infraestructura, incluida en el ‘Programa de Infraestructuras Turísticas en Espacios Naturales’.
Desde el Ayuntamiento de Sepúlveda, y a pesar de las declaraciones de López-Escobar, no se tira la toalla. “Estamos negociando con un propietario”, subrayó ayer el alcalde, Ramón López, quien quiso aclarar que no se refería a la propiedad de la finca donde inicialmente debía situarse el mirador sino con el dueño de otra parcela, muy cercana, que presenta una posición más abierta a aceptar la infraestructura. “Vamos a intentarlo”, insistió López, quien desearía ‘desatascar’ el asunto, consiguiendo convertir el mirador en una realidad.
La propuesta inicial de intervención permitía al visitante emprender un recorrido de bajada desde la Virgen de la Peña a pequeños balcones naturales, mediante unas gradas de hormigón que facilitaban el acceso y, al mismo tiempo, proporcionaban lugares de estancia o contemplación de senderos hacia el río. El elemento básico del mirador era un balcón corrido con una barandilla ciega de acero que daba protección frente a un fuerte desnivel. Tal balcón, que contaba con piezas de hormigón prefabricado adaptadas a la topografía, se iba a convertir en el remate urbano de ese extremo de Sepúlveda.
Presentado en Segovia a inicios del mes de noviembre, el mirador de la Virgen de la Peña recibió pronto críticas. Dos de las que llamaron más la atención fueron las del pleno del Ayuntamiento de Ayllón, que reclamó el abandono del proyecto, y Ecologistas en Acción, que en una nota de prensa consideró que las actuaciones previstas en el ‘Programa de Infraestructuras Turísticas’ eran “totalmente innecesarias e incompatibles con los objetivos de los parques naturales”. Los propios sepulvedanos no se han mostrado ajenos al debate generado en torno al polémico mirador, e incluso en el seno del PP parece haber posturas contrarias.
En su presentación en Segovia, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, defendió que la infraestructura prevista “va a ser un precioso mirador sobre el vacío de las Hoces del Duratón”. Bueno, pues está por ver…
Guillermo Herrero